Por muy segura que sea tu contraseña, nunca te puedes confiar de que tu cuenta de Gmail siga siendo «sólo para tus ojos».
¿Crees que alguien que sabe tu contraseña -por ejemplo tu pareja- puede estar dándose una vuelta por tu correo de vez en cuando para echar un vistazo?
Hace un tiempo te hablamos de cómo cerrar sesiones remotas de Gmail. Esta misma tecnología te puede servir para algo bien distinto: saber si alguien está accediendo a tu cuenta sin tu permiso, y poder así actuar en consecuencia para evitarlo.
1. Accede a la información detallada
Lo primero de todo, accede a tu cuenta de Gmail, y después desplázate hasta la parte completamente inferior de la ventana. Justo debajo de donde se te indica el espacio de disco que estás usando verás los siguientes datos:
Toma nota de tu IP (la necesitaremos más adelante) y después haz clic en Información detallada.
2. Analiza la información
Se te abrirá una ventana donde se desglosan los últimos accesos a Gmail, indicándose el tipo de acceso, la ubicación (país e IP) y la fecha de la conexión.
Aquí, lo más importante a considerar es la IP así como la hora. Si tu Gmail tiene accesos a horas en las que seguro que no has sido tú (ni tu ordenador que dejaste abierto con Gmail, ni tu teléfono móvil) entonces es posible que alguien esté fisgoneando tu correo.
Además, si entre tus accesos se encuentran direcciones IP que no son la tuya, puede ser un indicativo de que alguien está accediendo desde otro ordenador. Aquí debes tener en cuenta dos aspectos:
- Algunos programas y aplicaciones para móviles acceden a Gmail de forma remota (es su servidor el que accede, no tú) de modo que la IP puede pertenecer a dichos servicios.
- Si tu IP es variable, cuando el router se reinicia tendrás una IP ligeramente distinta a la que tenías antes en la mayoría de los casos.
3. Toma medidas
¿Alguien está accediendo a tu cuenta? En tal caso es recomendable que vayas a la Configuración de Cuenta de Google y cambies tu contraseña cuanto antes.