Hace un tiempo vimos cómo cerrar sesiones de Facebook que te pudieras haber dejado abiertas por ahí. A veces, con las prisas, no tenemos tiempo para cerrar la sesión, y claro, cualquiera que llegue detrás puede usar nuestra cuenta con lo que eso supone.
En el caso de que te dejes Gmail abierto en un lugar público, el resultado es igual de malo, o peor. Alguien podría no sólo leer tu correo o usarlo haciéndose pasar por ti, sino también usar el Chat, realizar llamadas telefónicas usando tu crédito (si tuvieras, de Google Voice), o incluso acceder a otros servicios de Google de la misma cuenta.
Cierre de sesión remoto
Por tanto, la solución, si no has tenido más remedio que salir por patas dejando tu sesión de Gmail abierta, es cerrarla de forma remota. Hacerlo es muy sencillo y lo consigues con dos clics.
Primero, entra en Gmail y dirígete a la parte inferior de la página, haz clic en Información detallada.
Se abrirá una ventana en la que se muestran las últimas sesiones que se han iniciado en Gmail, incluyendo la dirección IP y el país al que corresponde, la hora, el tipo de acceso y si hay actividad o no (mediante un asterisco).
Esta pantalla no te permite sólo conocer si alguien está «dando un vistazo» a tu cuenta desde algún lugar que no sea tu casa, sino cerrar el resto de sesiones. ¿Cómo? Obviamente, pulsando el único botón disponible: Cerrar todas las demás sesiones.
Tal y como te advertirá la propia página, de nada sirve que cierres el resto de sesiones, si no cambias tu contraseña: en el caso de que alguien la conociera, volvería a iniciar sesión y ya está. Por tanto, si crees que alguien puede estar iniciando sesión en tu cuenta de este modo, es primordial que modifiques la contraseña.