En las últimas versiones, además, distribuye este historial en cualquier ordenador en el que inicies sesión con tu cuenta.

Quizá te preocupe que dicho registro caiga en malas manos y lo pueda leer quien no debe, ¿pero cómo eliminarlo?

Ocultar de las conversaciones recientes

Aunque la interfaz de Skype ha cambiado últimamente, causando confusión más que otra cosa, sigue teniendo un apartado donde aparecen las conversaciones recientes. Es como cuando dejas la ventana abierta de alguien después de chatear con alguien en MSN, por ejemplo.

Para evitar que un contacto aparezca en las conversaciones recientes, lo único que tienes que hacer es clic derecho en su nombre, en la lista de contactos, y después elegir Ocultar Chat.

Eso sí, ten en cuenta que esto no elimina el historial, sólo lo hace un poco menos accesible.

Borrar el historial

Ahora bien, si lo que quieres es eliminar por completo la conversación, entonces deberás saber que es o todo o nada. Es decir, no puedes elegir lo que quieres borrar: se borrara todo el historial de una vez.

Para hacerlo, en la ventana principal de Skype haz clic en Herramientas > Opciones. Ahora, ve a la pestaña Privacidad.

Aquí encontrarás las dos opciones relacionadas con el historial de conversaciones. Borrar historial lo elimina por completo, mientras que la lista desplegable te permite elegir cuánto tiempo se guardará.

¿No quieres que se te guarde más? Entonces elige «no hay historial» en el desplegable, y guarda las opciones.

¿Todo el mundo tiene una cuenta de Facebook menos tú? ¿La gente te tira piedras por la calle porque ellos hablan de granjas, perfiles, álbumes compartidos y botones Me Gusta, y tu no tienes cuenta? No deberías.

Hacerse una cuenta en Facebook es un proceso bastante más sencillo y rápido de lo que pudiera parecer: lo único que necesitas es una cuenta de correo y ganas de socializarte. ¿Las tienes? Entonces sigue leyendo.

1. Datos básicos

Lo primero de todo es ir a la página principal de Facebook. En el lado derecho verás un formulario con unos pocos datos para rellenar.

Todos ellos son necesarios. Rellénalos y presiona Registrate.

2. Pasa el Captcha

Captcha es el nombre que reciben los indescifrables mezclas de letras y números que debes transcribir.

Sirven para impedir que robots o procesos automáticos puedan ser usados para, por ejemplo, crear cuentas indiscriminadamente. Si no entiendes nada, puedes presionar Prueba con otras palabras. Cuando lo veas más claro, escribe el texto y presiona Regístrate.

3. Busca a tus amigos

¿De qué te sirve utilizar Facebook si no tienes a nadie con quien compartir tus aventuras? No tendría sentido, y por eso lo primero que verás al iniciar sesión en Facebook es este asistente para importar contactos desde tu cuenta de correo.

Deberás elegir tu servicio: Messenger, Windows Live Hotmail u Otros servicios de correo y a continuación escribir tu dirección de correo y/o tu contraseña. Facebook no guardará este dato, tan sólo lo necesita para obtener tu lista de contactos y comprobar si ya se encuentran en Facebook o no.

4. Información sobre ti

En el siguiente paso podrás incluir, si así lo deseas, los datos sobre tu instituto, universidad y/o empresa actual.

El cuadro muestra automáticamente sugerencias mientras escribes. Utiliza dichas sugerencias para seleccionar siempre que sea posible. De este modo podrás encontrar fácilmente a gente de tu mismo instituto o a compañeros de trabajo.

5. Sube tu foto

Salvo que tu nombre sea muy muy especial, es posible que compartas nombre y apellidos con decenas, cientos o miles de personas. ¿Qué pasaría si alguien te está buscando? ¿Cómo pueden saber que eres realmente tú?

La respuesta, además de preguntar, es utilizando una foto de perfil. La puedes cargar desde tu ordenador o hacerla directamente, si dispones de webcam.

6. Confirma tu correo

Hasta que no hayas confirmado que tu correo es efectivamente tuyo, muchas de las funciones de Facebook estarán bloqueadas.

Ve a tu Bandeja de entrada (si no ves nada, échale un ojo a la carpeta de correo no deseado, o spam) y busca un mensaje de Facebook. En él encontrarás un enlace en el que hacer clic.

7. Disfruta

Una vez tu correo esté confirmado, ya eres un ciudadano de la ciudad caralibro. ¡Enhorabuena!

¿Qué puedes hacer ahora? Algunas ideas:

• Buscar y añadir a más amigos
• Rellenar tu perfil con más información
• Subir fotos y vídeos
• Probar aplicaciones y juegos
• Cotillear las fotos y perfiles de tus amigos

Esta tecnología libera en parte de trabajo al procesador y te permite aprovechar la potencia de tu tarjeta gráfica en cosas menos mundanas que jugar a juegos.

El problema es que, si bien las tarjetas testeadas son numerosas (para CS4; para CS5) a veces, aunque tu tarjeta está en la lista, no funciona. ¿Qué puedes hacer al respecto?

¿Por qué molestarse?

Además de obtener un mejor rendimiento, que ya hemos comentado, utilizar la aceleración 3D dota a Photoshop de algunas funciones que no están disponibles en caso contrario.

Un ejemplo de ello es la herramienta para rotar el lienzo -muy útil si dibujas con tableta- o el zoom suave, arrastrando el ratón arriba o abajo para hacer acercar o alejar.

¿Cómo saber si tengo aceleración?

Lo primero de todo: deberás tener una versión de Photoshop igual o superior a CS3. Cuanto más moderna sea, mejor soporte para la aceleración y más beneficio te reportará.

Después, un modo de saber si dispones de aceleración 3D es buscar la herramienta de Rotar la vista. Su atajo de teclado es la R, y se encuentra en el desplegable de la herramienta de la Mano.

Cuando no hay aceleración 3D, dicha herramienta no funciona. En cualquier caso, si quieres estar seguro, puedes ir a las opciones de Photoshop en Edición > Preferencias > Rendimiento.

Si la casilla Enable OpenGL Drawing está activada (o la puedes marcar), entonces ya dispones de aceleración 3D. ¡Enhorabuena!

¿Qué hacer si no funciona?

Según las recomendaciones de Adobe, si no te funciona la aceleración, o tienes algún problema al respecto, debes tomar las siguientes medidas:

1. Actualizar los controladores de la tarjeta gráfica
2. Actualizar tu Photoshop a la última versión
3. Restablecer la configuración OpenGL por defecto. Lo consigues pulsando Shift + Control + Alt justo después de cargar Photoshop
4. Cambia el modo de OpenGL a básico en Preferencias > Rendimiento > Avanzadas
5. Si tienes varias tarjetas gráficas, deshabilítalas todas menos una

Lo que Adobe no quiere que uses

Sin embargo, si nada de esto funciona, existe una solución alternativa que forzará a Photoshop a utilizar aceleración 3D, sea cual sea tu tarjeta gráfica.

Adobe no recomienda utilizar esta función (sólo para testear, dicen), pero te será de utilidad especialmente si la aceleración ha desaparecido de la noche a la mañana sin causa aparente, y además tu tarjeta está en la lista de tarjetas gráficas soportadas.

Se trata, cómo no, de una clave de Registro, así que lo primero de todo es utilizar Inicio > Ejecutar > regedit

Una vez en el Editor del Registro, ve a esta ruta:

HKEY_CURRENT_USER\Software\Adobe\Photoshop\12.0 (o la versión que tengas)

Haz clic derecho y selecciona Nuevo > Clave de DWORD (32 bits, si te ves obligado a escoger). Llama a la nueva clave AllowOldGPUS, haz doble clic y establece su valor a 1.

La próxima vez que inicies Photoshop, activará la aceleración 3D pasando por alto su detección de hardware.

Recuerda que esta opción no está recomendada por Adobe y se presupone no demasiado estable (no así en nuestra pruebas). En cualquier caso, si tras añadir esta clave de Registro, tu Photoshop presenta problemas, lo mejor será que la borres y te resignes a vivir sin aceleración 3D.

En tal caso la respuesta es exactamente la misma: conectarse remótamente a su Registro, y editarlo sin despegar el culo del asiento.

El Registro Remoto lleva mucho tiempo entre nosotros, y sin embargo son sólo unos pocos gurús quienes lo conocen y aprovechan su funcionalidad. ¿Te gustaría ser uno de ellos?

Sigue leyendo para conocer cómo editar el Registro de otro ordenador de forma remota.

Primero, el servicio

Antes de nada deberás asegurarte de que el servicio de Registro remoto está en funcionamiento en el ordenador al que quieres conectar, pues no siempre será así.

Mueve tu trasero hasta el ordenador al que quieres conectar, y utiliza Inicio > Ejecutar > services.msc para abrir la configuración de servicios. Busca el servicio llamado Registro remoto, hazle clic derecho y selecciona Iniciar. Si vas a usar el Registro Remoto con frecuencia, quizá te interese darle a Propiedades y cambiar además el Tipo de inicio a Automático.

Si quieres rizar el rizo, y realmente no quieres moverte del asiento, puedes intentar activar el servicio remotamente. Para ello, desde el gestor de servicios, utiliza el menú Acción > Conectar a otro equipo.

Escribe el nombre de tu otro PC en el cuadro y presiona Aceptar. Si todo va bien, te pedirá el usuario y contraseña y, más tarde, podrás modificar los servicios de forma remota.

El Editor de Registro

Después, ya estás listo para la edición propiamente dicha. Abre el Editor de Registro desde Inicio > Ejecutar > regedit, para utilizar a continuación el menú Archivo > Conectar al Registro de Red…

Aquí deberás escribir el nombre de tu otro PC y presionar Aceptar. Se te pedirán las credenciales para iniciar sesión: no te olvides de anteponer el nombre del otro PC a la hora de escribir un usuario. Por ejemplo, si quieres iniciar sesión como el usuario PEPE del otro PC (cuyo nombre es MIOTROPC), deberás escribir MIOTROPC\PEPE en lugar de sólo PEPE.

Un nuevo ramal aparecerá en tu editor de Registro. De él sólo tienes HKEY_LOCAL_MACHINE y HKEY_USERS.

¿Dónde está CURRENT USER?

Seguramente te preguntes dónde está HKEY_CURRENT_USER, y con razón. El caso es que estar está, pero incluido dentro de HKEY_USERS. Si expandes dicha clave, verás que tiene dentro varios códigos que representan a los distintos usuarios.

Tu objetivo, por tanto, es saber el ID del usuario actual. Si no tienes ni idea, puedes recurrir a aplicaciones externas como una sencilla herramienta de SysInternals PsGetSID (está incluida dentro del paquete PsTools.

Descarga y extrae todos los archivos a alguna carpeta. A continuación abre una ventana de MS-DOS (Incio > Ejecutar > cmd) y ve a dicha carpeta. Ejecuta lo siguiente:

PsGetSID \\MIOTROPC

El ejemplo anterior, y siempre y cuando tu otro PC se llame MIOTROPC, devolverá algo parecido a lo siguiente:

Así pues, una vez sabes el SID del usuario activo, ya sabes qué rama de la jerarquía se corresponde con HKEY_CURRENT_USER del equipo remoto.

A veces uno se pregunta qué estará haciendo Windows para tardar tanto en apagarse. Peor es todavía cuando, tras esperar durante un rato, vuelves y te das cuenta de que Windows está esperando tu respuesta ¿Forzar el reinicio o esperar por toda la eternidad?

A continuación te explicamos cómo reducir el tiempo de gracia y hacer que Windows cierre automáticamente aquellas aplicaciones que impiden a Windows apagarse o reiniciarse.

Disminuir el tiempo de cierre

Cuando ordenas a Windows que se apague, éste envía a todos los programas abiertos la señal de que es hora de irse a dormir. Unos tardan más que otros en cerrarse, así que Windows les deja un período de gracia, para que hagan sus cosas.

Este tiempo es, por defecto, 12 segundos, el cual puede ser demasiado. Si disminuyes este valor a 3 o 4 segundos, es un tiempo bastante razonable y Windows se cerrará más rápido.

Lo primero es abrir el Editor del registro de Windows: Inicio > Ejecutar > regedit

Ahora, dirígete a la siguiente ruta:

HKEY_LOCAL_MACHINE\SYSTEM\CurrentControlSet\Control

Si puedes ver una clave llamada WaitToKillServiceTimeout, haz doble clic en la misma, y modifica su valor.

El valor está en milisegundos, por lo que 3000 equivale a 3 segundos, y viceversa. Windows no reconoce valores menores a 1 segundo, y no son en cualquier caso recomendables, pues podrían suponer la pérdida de datos (por ejemplo, si un programa necesita ese tiempo para guardar sus preferencias antes de cerrarse).

Si no tienes dicha clave, tendrás que crearla. Haz clic derecho y selecciona Nuevo > Valor de Cadena, estableciendo después su nombre a WaitToKillServiceTimeout, con el valor deseado.

Forzar el cierre de aplicaciones

El truco anterior no sirve por sí mismo para acelerar Windows demasiado, ya que éste seguirá esperando tu respuesta si hay algún programa que requiere de tu acción. Por ejemplo, si tienes un documento sin guardar.

Aunque es más seguro que Windows espere tu intervención antes de cerrar un programa, es bastante molesto. En cualquier caso, tendrás que elegir: o cierras las aplicaciones tu sólo, y el apagado tomará más tiempo, o te arriesgas a que Windows lo cierre todo sin preguntar.

Si optas por lo segundo, en el Editor de Registro de Windows, dirígete a este otra ruta:

HKEY_CURRENT_USER\Control Panel\Desktop

Si puedes ver la clave AutoEndTasks, edítala haciendo doble clic y establece su valor a 1.

En caso contrario, haz clic derecho y selecciona Nuevo > Valor de Cadena, con el nombre AutoEndTasks y el valor 1.

Esta configuración sólo será efectiva desde la próxima vez que inicies Windows. A partir de entonces… ¡No te olvides de guardar tus documentos antes de cerrar Windows!

Entonces, cosas tan sencillas como abrir un explorador de archivo se demora y hace frustrante, puedes echarte una siesta antes de que Windows se inicie y los juegos se mueven con parones constantes.

¿Te gustaría saber por qué pasa esto y cómo luchar contra el envejecimiento prematuro de Windows?

¿Qué edad tiene tu Windows?

Hace unos días ya vimos cómo ver cuánto tiempo lleva tu Windows instalado. De todos modos, que instalaras Windows hace dos años, o diez, no es realmente un problema.

Se podría decir que Windows no envejece, y por tanto se vuelve más lento, sino que tú lo haces envejecer con tus acciones. Así pues, no es cuestión de cuánto tiempo ha transcurrido desde que lo instalaras, sino de cómo lo has tratado desde entonces.

Así pues ¿por qué Windows se vuelve más lento?

1. Fragmentación del disco

Aún hoy en día la fragmentación de disco sigue siendo un problema común en los ordenadores que llevan un tiempo en funcionamiento. La causa es la siguiente: cada vez que copias un archivo, éste se ubica en un espacio del disco duro. Al borrarlo, este «hueco» queda libre para nuevos archivos, pero será frecuente que el nuevo archivo no quepa «entero» en el hueco, por lo que se copiará un trozo aquí, y otro allá.

El resultado es una pérdida de velocidad considerable, ya que el disco duro debe recorrer distancias mucho mayores para leer un archivo de las que suceden con la lectura lineal.

Solución: desfragmentar

La solución es bastante obvia. Según la configuración, Windows realizará pequeñas operaciones de desfragmentación al inicio de arranque o cuando el disco está inactivo, pero es insuficiente. Deberás recurrir a programas desfragmentadores especializados para lograr un buen rendimiento.

El que viene con Windows ( Inicio > Accesorios > Herramientas del Sistema ) deja bastante que desear. En su lugar, puedes utilizar los siguientes programas:

• Defraggler – Gratuito y eficaz
• Auslogics Disk Defrag – También gratuito, algo más profesional que Defraggler
• O&O Defrag – De pago, pero de calidad

2. Demasiados programas en el arranque

Un motivo muy común por el cual Windows tarda más y más en arrancar es el incremento descomunal de las cosas que tiene cargar al inicio. Algunas son necesarias, mientras que otras van apareciendo como «regalitos» dejados por otros programas.

Ejemplos comunes son los notificadores de nuevas versiones, complementos para un supuesto arranque más rápido de su programa, etc. Programas conocidos por ponerse a sí mismos o a «complementos» en el arranque son QuickTime, RealPlayer, Ares, eMule, Google, Adobe Reader, Winamp, Skype y un largo, largo etcétera.

Solución: aligerar el inicio

Hace un tiempo ya te comentamos cómo desactivar programas del arranque de Windows utilizando MSConfig. Desactiva todo programa que no necesites: siempre lo podrás iniciar más tarde.

Además, en cuanto a los complementos para notificar sobre nuevas versiones, siempre puedes buscarlas manualmente, sin necesidad de ocupar memoria para ello.

3. Sobredosis de archivos

Cuanto más usamos Windows, más lo vamos llenando de más y más cosas. De la docena de carpetas correspondientes a una instalación estándar pasas a cientos de carpetas, que hacen trabajar más duro al Explorador de archivos.

Otro ejemplo son las fuentes de Windows. Se empieza con un puñado, y al cabo del tiempo tienes toneladas de fuentes que ni te gustan ni sabes de dónde demonios han salido.

La sobredosis de archivos puede llenar tu disco duro hasta los topes. Tener poco espacio libre puede alterar también el rendimiento de Windows, especialmente si se tiene menos espacio libre del tamaño del archivo de paginación. Windows tendrá que hacer «malabarismos» para manejar la memoria virtual.

Solución: limpieza

La solución contra la sobredosis de archivo es algo tan obvio como evitar las aglomeraciones innecesarias de toneladas de archivos. Uno de los mejores limpiadores de archivos innecesarios es CCleaner.

En relación a las fuentes, evita instalar fuentes al por mayor. Puedes utilizar un gestor como AMP Font Viewer que dispone de funciones como la instalación temporal de fuentes. Es decir, cuando cierras determinado programa, la fuente que instalaste se desinstala automáticamente.

Establece que la memoria virtual se cree en los discos duros o particiones donde tengas suficiente espacio para albergarla.

4. Registro de Windows

Al igual que sucede con los archivos, el Registro de Windows se va llenando de más y más apartados mientras utilizamos Windows e instalamos distintos programas.

Es tristemente frecuente que los programas no limpien por completo su rastro una vez los has desinstalado, por lo cual hay una clara relación entre la cantidad de programas que instalas, y las ramas de registro inservibles que sólo están ocupando recursos.

El impacto sobre el rendimiento de un Registro de Windows sin cuidar no es tan acusado como los casos anteriores, pero sí aporta su pequeño granito de arena en lo que a ralentizar tu Windows se refiere.

Solución: limpieza del Registro

Hay cierta controversia sobre si limpiar el Registro realmente sirve para algo o no. Tal como hemos comentado, el resultado no va a ser espectacular después de limpiarlo: lo más probable es que no notes ninguna diferencia.

En cualquier caso, una pequeña limpieza de vez en cuando nunca viene mal. En este aspecto, no es tan importante la cantidad sino la calidad, o lo que es lo mismo, no te emociones demasiado con borrar toneladas de cosas en el Registro. Cuanto más borres, más posibilidades tendrás de haber roto algo.

Algunos limpiadores de Registro que son seguros de utilizar son, incluyendo el ya mencionado CCleaner, Comodo System Cleaner y Argente Registry Cleaner (todos gratuitos).

5. Relatividad

A veces, el problema no está en tu Windows ni en su mantenimiento: simplemente le estás pidiendo demasiado a tu PC.

Si empezaste utilizando Photoshop 7.0 y ahora intentas pasar el rato con la suite CS5, el resultado será frustrante y lento, enormemente lento, en comparación.

Solución: requisitos mínimos

En informática, nuevo no significa necesariamente mejor. Son numerosos los ejemplos de programas que empeoran en sus nuevas versiones, siendo cada vez más pesados y lentos.

Consulta los requisitos antes de instalar cualquier programa o juego y, si no los cumples, prepárate para lo que te vendrá encima: lentitud.

Hablando estrictamente sobre programas, muchas personas prefieren utilizar versiones «clásicas» de programas como Winamp, ACDSee o Nero, pues no utilizan ni de lejos todas las funciones de las últimas versiones.

En cualquier caso, una vez lo has instalado, luego es difícil acordarse de cuando fue. ¿Este verano? ¿El año pasado? ¿En 1948?

Windows guarda la fecha de instalación, aunque en principio no te deja verla de forma directa. ¿Te gustaría saber cuánto tiempo lleva tu Windows instalado?

La clave de Registro

La fecha de instalación de Windows se guarda en la siguiente clave de Registro, lo cual quiere decir que primero debes abrir el Editor de Registro (Inicio > Ejecutar > Regedit), para después visitar esta clave:

HKEY_LOCAL_MACHINE\SOFTWARE\Microsoft\Windows NT\CurrentVersion

El nombre de la clave es InstallDate y su valor se corresponde, una vez lo estás mostrando en modo Decimal, con los segundos transcurridos desde 1970 hasta la fecha en que instalaste Windows.

Convertir segundos en fechas no es una operación que se suela hacer de cabeza, salvo que seas un cerebritos con algo de tiempo libre. Afortunadamente, lo puedes hacer desde muchas páginas web como por ejemplo esta.

Copia el valor numérico en Unix Timestamp, pulsa Submit y ya está.

Systeminfo

Por supuesto, hay muchos otros modos de obtener la fecha de instalación de Windows, siendo el anterior el más apropiado si piensas acceder a este dato desde alguna aplicación externa. Si lo único que quieres es ver la fecha, no es necesario que te comas la cabeza entrando al Registro y convirtiendo unidades de tiempo, ni que utilices ningún programa adicional.

En lugar de ello, pulsa Inicio > Ejecutar y escribe CMD. Después, escribe systeminfo

Esto mostrará una ristra de información del sistema, en modo texto. Deberás hacer scroll hasta arriba del todo, para ver la siguiente entrada.

¿Demasiado vago para hacer scroll? Entonces puedes usarlo combinado con FIND, para que sólo te muestre esas líneas. Ejecuta los siguientes parámetros (Inicio > Ejecutar > CMD), según el idioma de tu Windows:

• Para Windows en inglés: systeminfo|find /i «install»
• Para Windows en español: systeminfo|find /i «fecha»

Lo hacen para protegerse, pues impide a los usuarios ver los procesos activos y, eventualmente, encontrar algo sospechoso que pueda llevar a la extinción del virus. El problema es que una vez has acabado con el virus, el Administrador de tareas sigue bloqueado.

En Windows XP Professional

La edición profesional de Windows XP cuenta con el Editor de políticas de grupo, que puedes utilizar para devolver el útil Administrador de tareas a tu Windows.

Lo primero, ejecuta gpedit.msc (Inicio > Ejecutar > gpedit.msc)

Después, dirígete a Configuración de usuario > Plantillas Administrativas > System > Control + Alt + Del Options

En la lista de la derecha, haz doble clic sobre Remove Task Manager, establece su estado como Deshabilitado y pulsa Aceptar.

Ya está.

En Windows XP Home

Si tienes Windows XP en su edición Home, no dispones de GPEDIT, por lo cual las instrucciones anteriores no te sirven.

Deberás usar el Registro de Windows en su lugar. Lo primero es cargar el Editor de Registro (Inicio > Ejecutar > regedit)

Dirígete a HKEY_CURRENT_USER > Software > Microsoft > Windows > CurrentVersion > Policies > System

• Si tienes una clave llamada DisableTaskMgr, haz doble clic para editarla, y cambia su valor a 0.
• Si no existe la clave, la tienes que crear. Haz clic derecho, selecciona Nuevo > Valor Dword y ponle de nombre DisableTaskMgr, con valor 0

Darse de alta es muy fácil: el registro empieza nada más visitar Facebook.com, con unos pocos campos a rellenar. El proceso se prolonga unos pasos más, pero sigue siendo rápido e indoloro.

Sin embargo, ¿qué pasa si ya no quieres saber nada más de esta red social? ¿Es igual de fácil darse de baja de Facebook? A continuación te explicamos cómo escapar de Facebook.

Desactivar la cuenta

Facebook no está demasiado interesado en perder usuarios, de modo que la única opción a la que puedes acceder desde los propios menús es a la de Desactivar la cuenta.

Al desactivar tu cuenta, tus datos no serán borrados, pero tu perfil se deshabilitará, eliminando tu nombre y foto de cualquier elemento en el que hayas participado. Se puede decir que es una especie de hibernación. En cuanto inicies sesión de nuevo, tu cuenta será reactivada.

La forma de desactivar tu cuenta es mediante el menú Cuenta > Configuración de la cuenta > Desactivar la cuenta.

También puedes ir directamente a la dirección http://www.facebook.com/deactivate.php

El formulario es bastante explicativo. Tan sólo intentará saber el motivo, para convencerte de que no sigas adelante. Si no lo consigue, pulsa Confirm, después introduce tu contraseña, y ya por último rellena el CAPTCHA.

Borrar la cuenta

Si quieres darte de baja de Facebook, es lógico que desactivar la cuenta no te convenza: seguramente quieras que todos tus datos desaparezcan para siempre.

Facebook también pone a tu disposición esta opción más radical. Para acceder, debes ir a esta dirección, pues no hay enlace en las preferencias, https://ssl.facebook.com/help/contact.php?show_form=delete_account

En este caso el proceso es irreversible, aunque ahora veremos que esto tiene letra pequeña.

Después de las comprobaciones de seguridad de rigor, ya has terminado.

Técnicamente, la cuenta no se borra inmediatamente. Se te da un período de gracia de 14 días, durante los cuales puedes reactivar la cuenta en cualquier momento iniciando sesión. Después de esas dos semanas, el vacio y ¿la libertad?