Seguro que en alguna ocasión has oído hablar de los famosos puertos del router. Es lógico, puesto que la mayoría de programas P2P necesitan que tengas algunos puertos abiertos. No obstante, también pueden ser necesarios para otras actividades online como videoconferencia, juegos en red, acceso remoto…
En esta serie de artículos vamos a intentar solventar tus dudas al respecto. Hay mucha información en Internet al respecto, pero en la mayoría de los casos está redactada en un lenguaje críptico para los «no iniciados». En esta primera entrega te explicamos qué son los puertos del router, por qué existen y por qué son necesarios.
¿Qué es un puerto?
Antes de nada, los puertos es una traducción un poco forzada del término inglés port. Lo cierto es que no tenemos otra palabra mejor (¿quizá enchufe, bahía?), pero ya nos hemos acostumbrado.
Los puertos son, digamos, puertas de entrada y salida por las cuales el ordenador puede conectarse a otros ordenadores. Están numerados, empezando en el 1 y terminando en 65535 (2 elevado a 16). Cada vez que haces uso de Internet, los datos viajan a traves de uno de estos puertos, comúnmente a través del 80, que es el que se usa para las conexiones HTTP.
¿Por qué existen los puertos?
Los puertos son únicamente relevantes en el caso de que tengas un router, y lo utilices para conectar varios ordenadores al mismo. Si conectas mediante acceso telefónico, o un módem, entonces «no tienes puertos» o, mejor dicho, es como si estos estuvieran todos abiertos. (lee más abajo acerca de los cortafuegos).
Para conectarse a Internet, tu ordenador está conectado al router (físicamente, con el cable, o por WiFi), que a su vez está conectado con tu proveedor de Internet, que es el que te conecta con Internet.
Todos los equipos conectados a la red tienen un identificador único, llamado dirección IP. Ésta puede ser fija o dinámica, si cambia cada vez que el router se reconecta. Para términos de puertos, es completamente irrelevante si la IP es dinámica o estática. Su formato es algo similar a 123.123.123.123.
Además, las direcciones IP también se pueden diferenciar entre públicas o locales. Una dirección IP pública es la que está realmente conectada a Internet, y depende de tu proveedor de servicios de Internet. Si conectas a través de un router, esa dirección IP es la que enlaza al router con Internet. Por otro lado, las direcciones privadas (o locales) son IP que sólo se usan en nuestra red, para conectarse al router, o entre los ordenadores.
Entonces ¿Por qué son los puertos necesarios? Es fácil. Explicándolo con un ejemplo, si estás intentando conectarte a una partida multijugador que ha creado un amigo, éste tendrá que darte su dirección IP pública (hay muchas páginas para verlas, por ejemplo esta). Entonces, tu escribes la dirección y… no pasa nada. ¿Por qué? Porque la dirección IP pública apunta al router de tu amigo, y éste puede tener 30 ordenadores conectados al mismo. ¿Cómo puede saber a cuál dirigirse exactamente?
¿Para qué sirven los puertos?
Para eso sirven los puertos, permiten que los paquetes con datos se redirijan al ordenador correcto. En el ejemplo anterior, tu amigo debería tener abierto el puerto del juego apuntando al ordenador en el que ha creado la partida. De este modo, tu intento de conexión sería redirigido a dicho ordenador.
Lo mismo sucede con la mayoría de programas de descarga P2P. Necesitan que les especifiques un puerto que esté abierto, para que lo puedan usar para comunicarse directamente con el resto de usuarios y conseguir una mejor velocidad de descarga.
El anterior ejemplo está basado en el conocido programa eMule. El puerto por defecto es 4662, pero lo puedes configurar y cambiarlo por el que quieras, en nuestro caso, 9999. Al tener los puertos abiertos y en orden, la conexión es directa por lo que no obtienes la fastidiosa ID Baja, que limita mucho tu velocidad.
¿Son siempre necesarios?
No, los puertos no son siempre necesarios, y un claro ejemplo de ello es que puedes navegar por Internet en todos los equipos conectados a tu router, sin problemas. En muchas ocasiones, si no tienes los puertos abiertos correctamente, el programa conseguirá conectarse de todos modos (es el caso de eMule, Torrent y Ares) pero la conexión no será directa (esto implica peor rendimiento y velocidad).
¿Cuáles debo abrir?
Cada puerto es una puerta de entrada a tu red, por lo que debes abrir sólo aquellos que realmente necesites. Normalmente no serán muchos, tan sólo los necesitarás para unos pocos programas, principalmente para descargas.
¿Cuál es la relación con el Firewall?
El enrutamiento de puertos, NAT o port forwarding es un mecanismo que actúa como cortafuegos. Con todos los puertos cerrados, los paquetes que lleguen de Internet se chocarán con el router, sin poder alcanzar tu ordenador.
Un cortafuegos hace básicamente lo mismo, impidiendo las conexiones de red (de entrada, o salida) que no has permitido explícitamente. Por tanto, si usas un cortafuegos, es probable que, además de abrir determinado puerto, debas permitir el acceso en de la aplicación en cuestión en el firewall, para que todo vaya según lo previsto.
¿Cómo abrirlos?
Puedes verlo en la segunda entrega.