Internet está lleno de cosas buenas, eso es innegable, pero también tiene otras que dan ganas de volver a los envases de yogur unidos por una cuerda de lana.
Hace un tiempo vimos 10 cosas a odiar de las páginas de descarga de software, otras 10 de los juegos de Facebook y, por último, de las de hospedaje gratuito de archivos, pero hoy vamos a ir un paso más allá…
Hoy vamos a ver 10 cosas a odiar en Internet, una lista que sin duda se puede ampliar casi hasta el infinito. No obstante, he aquí mi listado:
1. Los comentarios
Desde los albores de Internet, los usuarios han tenido la posibilidad de comentar de un modo u otro: grupos de noticias, foros, blogs, redes sociales…
Algunos de ellos son de inestimable valor, mayor aún que el contenido que están comentando pero ¿acaso no hay 100 comentarios que bien podrían haber sido escritos por un animal salvaje desnutrido aporreando el teclado por cada uno que merece la pena?
Dignos de estudio son, por ejemplo, los de YouTube o algunos periódicos digitales. Toda una fauna…
2. Los dominios en el limbo
Cuando un dominio muere, rara vez va al cielo (o al infierno, si ha sido malo). En su lugar, queda atrapado en una especie de cruel limbo, donde un apestoso contenido autogenerado, con algunas búsquedas y nada de interés, hace aparición.
Los usuarios con una mínima experiencia pueden distinguir estos dominios caducados fácilmente, pero para el resto de personas puede resultar muy confuso, además de desvirtuar la página que antes se alojaba allí.
3. Las fotos al espejo del baño
Por algún motivo desconocido, el cuarto de baño atrae el instinto fotográfico de muchas personas, y quizá les insta también a despojarse de su camiseta.
El resultado en tal caso, que se puede ver en multitud de páginas -no sólo de contactos, también redes sociales, imágenes de perfil, etc- es un tipo sin camiseta, con cara de pocos amigos o, en su variante femenina, una mujer que probablemente pone morritos a la cámara mientras deja bastante al descubierto sus atributos femeninos.
En ambos casos el fondo será el mismo: un glamouroso cuarto de baño.
4. Las páginas con música de fondo
Es común que mientras se navega por Internet se esté oyendo música o, simplemente, al visitante no le apetezca oir la repetitiva y aburrida música de librería que has puesto en la página. El resultado es mucho más aterrador si por algún motivo te ves obligado a abrir varias pestañas de la misma página (y cada una reproduce la misma canción a distinto tiempo)
Al final, al visitar una web sólo puedes encontrar una cosa peor que que tenga música de fondo: que tenga música de fondo y no tenga botón de parar.
5. La incapacidad para dar collejas
En este caso la explicación es fácil. Si alguien dice una tontería delante de ti, le puedes dar una colleja.
En Internet, no.
6. Los nigerianos con dinero
Normalmente no me molestaría si alguien decide darme parte de su dinero, especialmente si esta parte es abultada. No obstante, llega un punto en el que uno se llega a cansar de que ex-presidentes en el exilio me pidan ayuda para retirar cuantiosas cantidades de dinero de bancos europeos, claro está, con mi ayuda.
Por si no tienes ni idea de de qué estamos hablando, se trata de unos de los timos de Internet más extendidos, con procedencia nigeriana. Se suele tratar de correos electrónicos cuyo único interés es conseguir tus datos personales, bajo la promesa de una recompensa por tu ayuda.
7. Los vídeos no disponibles en mi pais
Querido YouTube, todos sabemos que el vídeo está ahí, y que el resto del mundo le está dando al play y pasándoselo en grande ¿Por qué eres tan cruel y despiadado de impedírmelo a mi?
Supongo que el motivo es que, si por casualidad veía ese vídeo en YouTube, entonces dejaría de comprar toneladas de cosas de lo que sea que hubiera en el vídeo (música, películas, series) Un razonamiento completamente lógico y razonable…
8. Otro blog
Si algo sobra en Internet, eso son blogs. La facilidad para la creación de los mismos ha, literalmente, llenado el ciberespacio de blogs.
El problema no son los que contienen algo de información (si esta es buena, mejor que mejor) sino la cantidad de blogs empezados y abandonados, esparcidos por la red con la instalación por defecto de WordPress.
9. Google images que desaparece
Quien más o quien menos utiliza Google Images para encontrar imágenes de cualquier cosa rápidamente.
Según lo que busques, te llevará más o menos tiempo, y encontrarás algo de más o menos calidad. No obstante, a veces crees haber encontrado la imagen definitiva, aquella que pondrá fin a una ardua búsqueda por 40 páginas de resultados y, cuando haces clic, no hay ni rastro de la imagen que veías en el buscador.
Generalmente protecciones contra hotlinking, aunque también imágenes que se han borrado suelen ser los culpables, aunque la frustración es la misma en todos los casos.
10. Publicidad que se pone en medio
A nadie le gusta la publicidad, eso está claro, pero se puede decir que hay una especie de pacto de no agresión. Los banners se quedan quietos en su lugar, y nosotros no les hacemos ni caso mientras navegamos por Internet, salvo excepción muy inusual.
Sin embargo, hay un tipo de publicidad que se salta las reglas, poniéndose en todo el medio de la pantalla.
Lo único que puedo decir es… a Dios pongo por testigo que nunca compraré nada en esa tienda (y probablemente no vuelva a entrar a la página que tiene la publicidad tampoco).