Las firmas en el correo electrónico están un poco pasadas de moda, pero no por eso dejan de ser de utilidad.
Ideales para añadir detalles de contacto, o quizá algún chascarrillo que quieres compartir con el mundo, añadir una firma a tu correo es muy fácil.
En el caso de usar un correo web como Gmail, la cosa no se complica ni mucho menos.
1. Las opciones
Lo primero de todo, abre Gmail en tu navegador y haz clic en el botón de las opciones que simula un engranaje (aunque bien podría ser una flor, por ejemplo).
En la lista desplegable, elige Configuración.
2. Pestaña General
En la pestaña General, que es la primera que sale seleccionada, baja hasta que encuentres el apartado Firma. Marca la segunda opción.
En el recuadro, escribe tu firma. Puedes utilizar los botones para añadirle formato utilizando negrita, cursiva, colores, listas o incluyendo imágenes.
Eso sí, las imágenes no se pueden adjuntar, de modo que debes subirlas a Internet y después escribir su dirección, en sitios como Imageshack.us.
3. El resultado
Cada vez que empieces a escribir un nuevo mensaje desde la web de Gmail, la firma aparecerá automáticamente al final del mensaje.
La puedes editar, cambiarla o quitarla. No es más que texto añadido normal y corriente.
¿Y si uso un cliente de correo?
Si utilizas un cliente de correo como Thunderbird, Windows Live Mail o cualquier otro (para el móvil, por ejemplo), debes tener en cuenta que la firma anterior no te vale: es sólo para el correo desde la web.
Por tanto, en tal caso deberás ir a las opciones del programa para configurar la firma ahí. Por ejemplo, en Thunderbird se encuentra en Herramientas > Configuración de las cuentas.
El caso de Windows Live Mail no es muy distinto. Menú Opciones > Correo y pestaña Firmas.