Si hace unos días veíamos 10 cosas que odio de Firefox, Internet Explorer no iba a ser menos. Tan odiable como el que más, a este navegador le llueven las críticas por los cuatro puntos cardinales.
Y mientras en Microsoft intentan luchar contra la preocupante tendencia a la baja, mejorando lentamente su navegador, no dudaremos en hacer leña del árbol caído.
¿Cuáles son las 10 cosas que más odio de Internet Explorer? Averígualo tras el salto.
1. Que venga con Windows
Seamos realistas: es necesario que Windows venga con algún navegador, ¿pero por qué ha de ser este? Probablemente el peor y en parte el más inseguro de los navegadores (las últimas versiones, no tanto) está ahí listo para que lo usen aquellos que no saben mucho de Internet.
En resumen, serán estos mismos usuarios novatos los que utilizarán Internet Explorer, estando a su vez expuestos a mayores riesgos.
Quizá la iniciativa BrowserChoice, que se instala como actualización para Windows. logre frenar este punto. Después de instalar esta actualización, Windows te pide que elijas un navegador.
2. El asistente de inicio
Muchas personas sólo utilizan IE para bajar otro navegador. Y para una vez que lo abres, te obliga a configurar esto y aquello, la página de inicio, los aceleradores, el buscador por defecto y si usará gasolina o sin plomo.
Total, que la mayoría de las veces cerrarás el asistente, te olvidarás del asunto y entonces necesitas abrirlo para cualquier otra cosa y ahí está de nuevo, esperándote.
3. Los recordatorios incesantes
La última versión de Internet los avisos aparecen en la parte inferior. Ahí se te avisa de que determinado complemento se ha activado, te pregunta si deseas guardar la contraseña para la página actual, etc.
Los avisos en la parte inferior molestan menos, sí, pero también pasan demasiado desapercibidos. Además, salen sin parar, pues parece que se esfuerza por encontrar nuevas cosas de las que informar: si deshabilitas complementos se iniciará más rápido, parece que va a refrescar, este complemento no tiene buen aspecto…
4. Internet Explorer dejó de funcionar
Cuando ves la siguiente pantalla, puedes echarte a temblar. Lo que sea que estuvieras haciendo, se ha perdido para siempre.
5. Bing
Internet Explorer intentará venderte Bing, el buscador de Microsoft, de un modo u otro. Y, simplemente, Bing no es ni de lejos igual de bueno que Google. Punto.
6. La página de inicio
La página de inicio, el marcador rápido, el Speed Dial… Tiene muchos nombres, pero todos son más o menos lo mismo: unos accesos directos para páginas que visitas con frecuencia.
El pionero fue Opera, y mucho ha llovido desde entonces. Han aparecido miles de extensiones para Firefox y Chrome (aunque tiene la función de forma nativa) para copiar esta función. Sin embargo, Internet Explorer, incorpora la función años después y no añade nada nuevo. Por ejemplo: no puedes añadir sitios ni modificarlos, todo es automático.
7. Poco espacio para las pestañas
La última versión de Internet Explorer comparte el espacio entre la Barra de direcciones y las pestañas abiertas, por lo cual, o tienes una barra de direcciones diminuta, o te caben pocas pestañas.
Puedes cambiarlo haciendo clic derecho en la parte superior de la ventana y eligiendo Mostrar las pestañas en una línea separada.
Esto, en vez de solucionar el problema, lo cambia. Después de hacer esto, las pestañas ganarán espacio horizontal, pero perderás espacio vertical para el contenido de la web que estés visitando.
8. El botón parar y recargar
Puestos a criticar la interfaz, ¿por qué parar ahí? Otra cosa que no parece tener demasiado sentido es poner el botón de Parar y Detener al final de la barra de direcciones. Normalmente te obligará a recorrerte la pantalla para hacer clic, aunque también depende de gustos.
Afortunadamente, esto también tiene solución. Si te gusta más tener los botones a la izquierda, haz clic derecho sobre ellos y selecciona Mostrar Detener y Actualizar delante de la barra de direcciones.
9. Los… ¿complementos?
Desde hace unas versiones Internet Explorer se jacta de tener algo así como complementos, ¿o quizá son extensiones? ¿o barra de herramientas? ¿Aceleradores? ¿Proveedores de búsqueda? ¿Protecciones de rastreo? ¿Plugins? Lo cierto es que no lo saben ni ellos.
Los complementos de Internet Explorer son confusos. Se llaman complementos, o incluso extensiones y, aunque existe una Galería de complementos, allí no parece haber nada de interés, sólo enlaces a páginas web y buscadores.
10. Se actualiza de higos a brevas
En 16 años, Internet Explorer ha pasado desde su primera versión a la novena, el mismo recorrido que ha recorrido Google Chrome en tan sólo 3, y es que en Microsoft han interiorizado eso de «vísteme despacio, que tengo prisa». Internet evoluciona más rápido que Internet Explorer, lo cual le hace ir por detrás la mayoría del tiempo.
En resumen, se innova muy poco y se tarda mucho en incorporar los adelantos presentes en el resto de navegadores. Cada versión aparece con un bombo y platillo sin precedentes, pero después pasan meses, o años, hasta la siguiente evolución e incorporación de nuevas funciones.