Reconozco que mi corazón está compartido entre dos navegadores: Google Chrome y Firefox. Uso indistintamente uno y otro, según la posición de los astros y el contenido de mi horóscopo semanal.
El motivo es que ninguno de los dos puede cubrir el 100% de mis necesidades. Ni estos, ni ningún navegador. Todos tienen varios motivos para ser queridos y usados, así como otros para ser odiados. En esta ocasión he querido compartir los 10 motivos que me hacen odiar Firefox con gran intensidad. ¿Los compartes?
1. El consumo de memoria
Hacer una lista de cosas a odiar de Firefox sin empezar por el consumo de memoria sería una desfachatez: es el principal problema que lleva persiguiendo a Firefox desde los albores de los tiempos. Versión tras versión se nos promete que se ha mejorado el uso de recursos. Nos lo dijeron con la versión 3, con la 4 y ahora con la 5.
¿Pero ha mejorado realmente? Lo cierto es que, si lo ha hecho, no se nota. El consumo de memoria sigue siendo muy alto y, si bien es cierto que en el resto de navegadores, también lo es, en Firefox se nota. Las pestañas tardan en cargar, se queda saturado pensando y, en general, te da la sensación de pesadez que no obtienes con otros navegadores como Chrome (aunque esté consumiendo los mismos recursos)
2. Reiniciar tras instalar una extensión
Hemos sido capaces de poner un hombre en la Luna, descifrar el genoma humano y sobrevivir a Windows Millenium, pero al parecer la tecnología actual impide que un simple complemento se active sin tener que cerrar por completo Firefox. O eso, o no se explica cómo después de tanto tiempo seguimos teniendo que reiniciar para instalar casi cualquier cosa (algo que no sucede en el resto de navegadores).
Es preciso comentar que las extensiones de Firefox, junto con los complementos de Internet Explorer, son de las más completas y que tienen mayor libertad para modificar el navegador (nuevas funciones, barras de herramientas, etc), mientras que en Chrome todo se limita a botones y poco más. ¿Es suficiente excusa para que siempre sea necesario reiniciar? Lo dudo.
3. Si se bloquea, se acabó
¿Cuántas veces una ventana como la anterior te ha destrozado la vida? En Firefox, si una pestaña falla, todas fallan. La cosa mejoró algo desde que los plugins se cargan en un proceso aparte (plugin-container.exe), pero aún así es más estable que la política de «un proceso para cada pestaña» de Chrome.
4. Incompatibilidad de versiones
Uno de los puntos fuertes, si no el más importante, de Firefox son las extensiones. Con ellas puedes hacer casi cualquier cosa: añadir funciones, quitarlas… todo hasta adaptar el navegador a tus necesidades.
Tanto es así que cuando se actualiza el navegador y tu extensión favorita no es compatible, te entran ganas irrefrenables de zarandear el monitor mientras clamas a los cielos por qué. Lo cierto es que en muchos casos la incompatibilidad no es tal, simplemente se juega sobre seguro. Ahora que Firefox se va a actualizar con gran frecuencia, deberán tomar alguna medida al respecto, pues las versiones van a cambiar «como churros«, y el problema de las extensiones incompatibles puede ser grave.
5. Firefox ya se está ejecutando
«Firefox ya se está ejecutando, pero no responde«. Has visto esta ventana, y te ha causado frustración. A todos nos ha pasado.
Generalmente el error viene porque, tras cerrar Firefox, este se pone a recoger la basura (toneladas y toneladas de recursos y archivos temporales). Total, que le lleva un tiempo dejarlo todo limpio. Si durante ese tiempo intentas abrirlo de nuevo: ventana al canto.
Ahora bien, a veces el proceso va mal por algún motivo y debes cerrarlo manualmente desde el Administrador de Tareas. Qué pesadez.
6. Apenas cambia
En el mundo de los navegadores, abogar por la innovación es pedir demasiado: se suele ir sobre seguro, copiando funciones que se han observado en los competidores.
Firefox no destaca por dejarnos con la boca abierta con alguna novedosa aproximación a la web. Más bien va cambiando el número de versión sin que apenas se aprecien cambios importantes (algo parecido a Chrome, que parece momificado desde sus primeras versiones). ¿El mejor ejemplo? ¿Firefox 4 o Firefox 5? ¿Puedes distinguirlos?
7. Bloqueo de la barra de herramientas
Reconozco que me encanta modificar la barra de herramientas de Firefox: quitar un botón de aquí, ponerlo allí, es el sueño de cualquier geek. El problema viene cuando le da el ataque y se queda fastidiada.
En tal caso deberás restaurar la configuración por defecto de las herramientas, una opción muy de agradecer que exista, pero que manda al limbo todo lo que hayas cambiado hasta entonces.
8. El botón combinado (parar, recargar)
Querido Firefox, a veces quiero recargar varias veces sin parar antes. O quizá le quiero dar compulsivamente al botón de Parar, si la página que está cargando me ha dado mucho miedo.
Bromas aparte, al menos esto es fácil de arreglar. Lo único que tienes que hacer es clic derecho > Personalizar y después cambiar los botones de sitio. Si están juntos (recargar a la izquierda, parar a la derecha) se fusionarán. En cualquier otra configuración, se mostrarán ambos.
9. La cuenta atrás
En este mundo de locos, tener que esperar unos segundos para instalar algo es poco menos que ridículo. Firefox se comporta de forma paternal, mostrando una cuenta atrás para asegurarse de que le echas un ojo a la ventana. Esto, unido a que se te preguntará si quieres instalar extensiones desde otras páginas que no sean la oficial, parece un poco excesivo.
Afortunadamente, esto también tiene solución. En la barra de direcciones, escribe about:config. Asegura a Firefox que tendrás cuidado y busca la siguiente clave: security.dialog_enable_delay. Después, haz doble clic y establece el valor a 0.
La navegación privada
Unas versiones atrás, el no va más de los navegadores fue la incorporación de la navegación privada. En este modo, no quedan rastros de tu paso por la red una vez has terminado: las cookies, historiales, contraseñas y sesiones se desvanecen en el aire en cuanto cierras la ventana.
Todos los navegadores tienen navegación privada, pero la de Firefox es de las peores. ¿Por qué? No puede convivir con la navegación normal: o una, u otra. Una vez abres la navegación privada, se te cierran -momentaneamente- todas las pestañas abiertas, que no se volverán a abrir hasta termines. En resumen, mucho menos práctico que el sistema de la ventana aparte que utilizan el resto.
En resumen, Firefox tiene muchas cosas que amar, y otras cuantas que odiar ¿con cuántas de estas cosas estás de acuerdo? ¿qué navegador utilizas? ¿Tiene también cosas que te sacan de quicio?